Cuantos países en el mundo podrían decir que su territorio nacional posee más del 70% de todos los climas del mundo, y más del 75% de todas las Zonas de Vida reconocidas, el ser un país con abundancia de recursos naturales y de climas nos convierte además en uno de los países más vulnerables a los efectos del cambio climático, es decir cualquier daño al medio ambiente en el Perú perjudica el equilibrio ecológico del planeta, siendo una amenaza o también la oportunidad de un cambio positivo, lo que lleva al Perú a un reto formidable para los próximos años.

Un claro reto para el Perú, es la escasez de agua, el Ministerio del Ambiente ha pronosticado la pérdida del 22% de la superficie de nuestros glaciares en los últimos 30 años, que a la vez son el 71% de los glaciares tropicales del mundo, así mismo se estima que en 40 años el Perú tendría el 60% del agua que tiene hoy, sumado a esto nuestra realidad social y económica dice a gritos “SOS” (Ayuda) , ya que por ejemplo la costa peruana tiene disponible solamente el 1.5% del agua dulce del Perú, sin embargo, es responsable del 80% del Producto Bruto Nacional (PBI) nacional, es decir tiene una mayor demanda de agua, cambiar esta situación requería evidentemente de un compromiso concreto traducido en acciones con objetivos y metas a corto y mediano plazo.

Sin embargo dado que el cambio climático no es un problema de un solo país sino un problema compartido por todo el mundo, se estableció una especie de compromiso común que sirva como especie de brújula para dirigir las acciones de todos los países. Es así que en la Cumbre de Copenhague en el 2009, los gobiernos del mundo, acordaron reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de modo que al año 2100 la temperatura del planeta no supere 2 ºC.

Se tenía la brújula de lo que queríamos pero faltaban metas y planes concretos e individuales, es así que en la Conferencia de las partes número 19, donde participan los gobiernos del mundo, realizada en Varsovia en el 2013, los países acordaron establecer y comunicar sus compromisos de reducción de gases de efecto invernadero, acciones concretas para lograrlo y dependiendo de cada país también sus estrategias de adaptación. Estos aportes clave se les dio el nombre de “Contribuciones previstas y determinadas a nivel nacional” o INDC por sus siglas en inglés, las cuales servirán para la preparación de las negociaciones entre países que culminarán en un acuerdo sobre el clima en París 2015, también conocido como COP21 o la continuación de la COP 20 realizada en diciembre del año pasado en el Perú.

Es probable que algunos de nosotros pensemos ahora que todo esto suena a un proceso largo, burocrático, técnico y complicado, pues lo cierto es que si lo es, pues requiere base científica, económica, política y privada para lograrlo, pero hay un ingrediente que no puede faltar en este compromiso que estamos a punto de presentar a puertas de agosto de 2015 , el ingrediente que mueve todo país: su gente, es decir los ciudadanos, tú, yo, tus hermanos, tus padres, tus amigos, tus colegas y todo aquel que sea peruano y ame a su país. No solo porque la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático CMNUCC dice que este deba ser un proceso integrador y participativo con presencia de sociedad civil, instituciones privadas, estado, etc., sino también porque si no lo hacemos, será desolador decirle a tus nietos de acá a 40 años porque es que no hay agua suficiente para tomar, porque no se puede transitar por las calles a cualquier hora del día por el excesivo sol, porque cada vez más personas mueren por heladas o sequías y ya el mayor terror no es la delincuencia sino es la posibilidad que no haya agua un día.

El Ministerio del Ambiente está promoviendo la participación en base a una agenda en los siguientes meses. 

Eduardo Durand, Director General de la Dirección General de Cambio Climático, Desertificación y Recursos Hídricos Ministerio del Ambiente ha indicado “Se han dispuesto mecanismos de participación que van desde la realización de eventos entre los meses de abril, mayo y junio; pasando por talleres macro regionales, hasta la consulta pública, prevista para el mes de junio, que contará con una plataforma en la web del MINAM para recoger insumos y aportes”.  

En este contexto, tenemos el deber de informarnos, por ejemplo si las actuales políticas energéticas del Perú están realmente alineadas a los compromisos que estableceremos en materia de cambio climático, dado que en el Perú como Latinoamérica, la explotación de reservas de combustibles fósiles en países latinoamericanos son un motor clave para el desarrollo económico, entonces ¿Qué podemos hacer para hallar una armonía?, cuanto es nuestro potencial de reducir emisiones, ¿Estamos orientándonos a tener una meta ambiciosa? ¿Son suficientes las estrategias de reforestación y cuidado de bosques? ¿Qué tanto el Perú debe incluir adaptación, si es que somos unos de los países más vulnerables al cambio climático? Así mismo como sociedad civil, como estudiante, ama de casa, profesional exigir información transparente sobre mecanismos de financiamiento para lograr lo que nos proponemos , cuanto vendrá del estado y cuanto de cooperación internacional o el sector privado, sin olvidar claro el factor tiempo ¿En cuánto tiempo lo lograremos? Recordemos que el reloj no está a nuestro favor y ya empezamos a evidenciar los efectos del cambio climático.

Inicialmente se esperaba que la mayoría de países presentaran sus contribuciones nacionales en Marzo de 2015, estamos a puertas de Junio 2015 y aún en Perú nos encontramos en proceso, se tiene una segunda llamada a presentarlos en Setiembre de 2015, Perú se ha comprometido a hacer una consulta pública en Junio y presentar el informe final en Agosto de 2015. En un inicio mencioné que en efecto este era un proceso largo y que requiere mucho trabajo, aún más si queremos una sincera participación de la sociedad civil, espero que aún estemos a tiempo y estemos alertas a las próximas comunicaciones del MINAM Ministerio del Ambiente, nunca es tarde para nada, empecemos informándonos y compartiendo, el Perú necesita claridad en el proceso, comunicación e información accesible para lograr una meta en común.